Una historia es para siempre

HERNAN ALVAREZ GARCÍA

HERNAN ALVAREZ GARCÍA


Nací en Perú, en Iquitos, a orillas del río Amazonas, un 23 de febrero, hace 80 años .Mi infancia la pasé como un niño más entre indígenas, campesinos y pescadores de la selva, la sierra y la costa peruana.
A los 17 años, en un viejo barco italiano enrumbé a España para estudiar medicina.
Allí, en Salamanca, además de hacerme médico y de sorber de su cultura, en sus campos charros empezó mi identificación con el campesinado, con sus vivencias, sus sufrimientos, sus alegrías, pero, sobre todo, comencé a nutrirme de su grandeza y a hacer mío su pacto con la naturaleza, ese que tienen todos los campesinos, igual españoles, que andinos o de cualquier parte del planeta…
En Santander hice mi residentado en medicina, cirugía y urgencias hospitalarias. En Bilbao me diplomé en sanidad pública, y empecé a ejercer la medicina rural a la que me dediqué con alma vida y corazón (Castilla, Andalucía, La Mancha, Galicia, El País Vasco…). En 1971 por motivos políticos, emigré a Alemania donde permanecí nueve años. Allí, en los bosques de Baviera seguí ejerciendo la medicina rural y la cirugía, pero además las urgencias y las emergencias especialmente en zonas alejadas de los grandes hospitales, para luego especializarme en ginecología y obstetricia (el origen de la vida).
Pero el cambio más importante como médico lo tuve en el instituto de Medicina tropical de Hamburgo al dejar la ginecología y dedicarme a la medicina tropical, la medicina para los países pobres, la epidemiología. Por eso volví al Perú donde trabajé como salubrista y epidemiólogo de campo en los desiertos del Pacífico, las alturas de los Andes y las selvas del Amazonas (además de otros países como Argentina, Ecuador, Brasil, Bolivia…)
Fui, director de Salud Pública en las regiones de Madre de Dios, Huánuco, Piura y de la ciudad de Lima, la capital del Perú. Consultor de varias direcciones generales, así como asesor del ministro de salud, en tres ocasiones.
A principios de los noventa, regresé a España, donde volví a trabajar como Ginecólogo y en emergencias, en las islas Baleares y en Cataluña
Pero debo reconocer que en mi profesión las vivencias más profundas y gratificantes siguen siendo las que tuve como médico de pueblo, igual en Cabezas de Alambre (Ávila), que en Espejo (Álava), en Sobradelo de Valdeorras (Galicia) o en Miller (Jaén).
En la última legislatura municipal (hasta el 2023), con un montón de años a mi espalda, tuve el honor de servir como concejal a San Jorge, un pequeño pueblo de campesinos (Olivos, Naranjos, Algarrobos) de la provincia de Castellón de la Plana.
En cuanto a mi afición a la escritura que la tengo desde niño, y que muchos de mis escritos, poesías, cuentos, novelas, los llevo muchos años escritos, recién hace cuatro años, después de un gran pleito conmigo mismo, decidí al fin a compartirlos, empezando con los “CUENTOS DE JECUMBUI” (Editorial Sargantana). Luego en el año 2022 “SENDERO LUMINOSO, OSCURO COMO LA MUERTE”, que ganó el premio de Fundación por la libertad y la paz en el Ayuntamiento de Sevilla. Luego la novela el ESPÍA VERDE escrita en Ibiza 1990, y al fin, el 2024 “CASTIGO DE DIOS (IRENE LA ARGENTINA)”
Mención especial merecen mis poesías, porque son mi propia alma, igual en el sentido político que afectivo: por ejemplo, la “ODA AL QUINTO CENTENARIO”, que tuve el honor de recitarla en el parlamento de Cataluña, el 2023 o mi poema TINTA SANGRE DE MIGUEL HERNANDEZ, recitada en Vinaroz en honor a los caídos en la guerra y, en fin, muchos poemas de amor, con sus respectivas sonrisas y lágrimas