DAVID MARCH CHULVI

Licenciado en audiovisuales, cuya vida ha dado muchas vueltas, y con algún que otro logro literario, como el premio de Alhaurín de la Torre, o Guardamar del Segura, con relatos breves como El ladrón de besos, o La oruga que no quería ser mariposa, más tarde me adentré en el ambiente valenciano que me rodeaba, y surgieron dos textos breves: uno titulado El dragón bajo la ciudad, en donde abarcaba la conquista de Valencia por Jaume I desde un punto de vista mágico y fantástico, y otro llamado Breve autobiografía de un río a los hombres, donde le daba voz propia al río Turia. Me encanta la magia que destila esta tierra y que solo se puede ver si uno se fija detenidamente en los detalles; y en uno de esos paseos, que nos permitieron dar durante el confinamiento, tuve la suerte de hacerlo por las huertas de Alboraya, Almàssera o Tavernes Blanques, y entre las pequeñas plantas que crecían solitarias, oí el rumor de pequeños seres que se escondían y nos observaban. ¿Qué era aquello? Me pregunté, no lo logré ver, pero ahí había algo.